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martes, 22 de febrero de 2011

Entre cisco y canción



Cuento
Por Efraín Otaño Gerardo
 (Tomado del libro: La Ciénaga por dentro)
...si no creyera en la locura
De la garganta del sinsonte,
Si no creyera que en el monte
Se esconde el trino y la pavura...
Silvio Rodríguez

Existe en mi una fuerza que me atrae a la soledad; no sé explicar la causa; aunque creo que se debe a la forma en que me he criado, siempre solo, aun con el complejo de no conocer siquiera a mi padre, viendo a mi madre consumirse en sufrimientos y recuerdos, hundida en sus secretos, negándome mi procedencia.

Cuando cumplí la mayoría de edad, con mucho cuidado, para no herir sus sentimientos, y no pensara que me molestaba llevar solo sus apellidos, le pedí a mi madre que me contara acerca de mi pasado. Quería, aunque no lo conociera, saber quién había sido mi padre, qué hacía, cómo era. Me convencí de que iba a morirse con sus misterios cuando dijo, casi ausente de sí misma:

- Mira mi´jo, no vale la pena que yo te diga quién fue. Si te diré que fue un hombre de mucha vergüenza, el único hombre que he queri´o en mi vida. Tú has si´o testigo por to´ estos años que he vivi´o pa´ verte crecer y arrastrar conmigo muchos recuerdos. Ya que quieres saber, te pido que no te arrepientas de tu madre. Cuando era joven fui una muchacha como otras; alegre, inquieta y con mucho orgullo. Lo conocí a él, tuvimos una relación muy linda; pero oculta de mis padres y caí en estado. En aquellos tiempos eso era imperdonable y él prefirió irse pa´ siempre y dejar en el misterio mi preñé´.  Yo le fui fiel y supe guardar su secreto. Un día se paró frente a mí y me dijo que se iba y no regresaba más. Me parece verlo cerca del trillo del monte, con su jolongo a cuesta, su mano izquierda, deformá´ por aquella terrible herida que le había llega´o hasta el güeso; deformándole pa´ siempre su brazo; y su cabeza llena de miedos y deseos, diciéndome hasta nunca. Es como si se lo hubiera traga´o la tierra.

Abundantes lágrimas corrían por sus mejillas impidiéndome ver sus ojos, y sus palabras entrecortadas me hicieron admirarla mucho más; tanto, que jamás se me ocurrió hablar de ese tema.

Existe en mí una fuerza que me atrae a la soledad. Será por todo eso que desde pequeño admiro a Pancho; hombre arisco y esquivo a pesar de ser muy servicial; aunque nunca he logrado sacarle fuera de dos o tres frases incompletas.


He decidido acercarme más a él y a su misterioso silencio, por eso anteayer comencé a trabajar haciendo carbón.

Hoy lo veo más comunicativo que de costumbre, vamos hacia el plan, todos duermen y la madrugada comienza  a ser virgen.

- Yo to´ lo que he hecho en mi vida es hacer carbón, desde que era un pichón – me asegura uno de los pocos carboneros que quedan de aquellos “tiempos malos”, como ellos mismos les llaman a los años antes del triunfo; y le creo, porque ver a este “galleguito” es como estar mirando a un horno bien parado: firme, con incontables aristas y ofreciendo su humo al infinito; escurridizo para mostrar sus interiores, enseñando solo a intervalos sus matices. Entonces, manejándolo igual, logré entrar en sus misterios.

Cuando a un horno se le da candela siempre comienza a quemar de arriba hacia abajo, por eso traté de que Pancho comenzara la historia desde su infancia.

- Los únicos juguetes que nos esperaban a mis hermanos y a mí el día de los Reyes Magos, eran el peine, el jabuco y el gancho de sacar carbón, que aparecían a orillas del plan del viejo mío. Vivíanos en la Piojota, un lugar que está como a tres kilómetros de aquí, del batey de Pálpite.

Hace una pausa y la sonrisa desemboca a flor de labios.

- Pa´ que contarte cómo hacíanos, si teníanos que prendernos del bueno con el viejo, pa´ poder salir afuera con la casa.

Espero que siga, pero se ha quedado como buscando un respiradero por donde puedan salir sus palabras. Logro adentrarlo en el camino de los recuerdos y continúa con voz apagada:

- Aquellos eran tiempos duros de verdá´; la comida había que ir a buscarla a Jagüey, en una guagüita de línea que pasaba una vez al día: si te ibas hoy, tenías que virar mañana; y casi siempre la comida se traía fia´.

Echo algunas paladas de tierra por uno de los lados del horno para hacerle comprender que no entendí eso bien y me explica:

- Mira, chico, el problema es que nosotros pagábanos esa comida, cuando terminábanos de quemar un hornito y así liquidábanos lo que ya nos habíanos comí´o; trabajábanos pa´ comer algo y así poder vivir más o menos como cristianos.

Reaviva un poco la candela que habíamos hecho con una pila de cisco para ahuyentar los mosquitos y jejenes; le acerca unas hierbas secas para lograr la humacera y prosigue:

- Un día por poco se nos muere mi hermano Severo. Resulta que nos tocaba a él y a mí darle la vuelta al horno por la madrugá´, y como le habianos da´o candela el día anterior, el muy cabrón estaba en su apogeo; entonces Severo coge el rodillo y empieza a quitarle un poco ´e tierra pa´ que emparejara, porque el viento lo estaba atacando por el otro la´o. Yo por mi parte di la vuelta pa´ tapar los respiros por el lugar que atacaba el viento y cuando llamo a Severo pa´ preguntarle como andaba la cosa, veo que no me responde. Como lo llamé alrededor de tres veces y na´, voy un poco engeni´o  pa´onde estaba él y lo veo batallando con una pila grandísima de tierra y yerba, que se le había veni´o  encima y lo había tumba´o, y por poco lo ahoga. Yo de lo más nervioso salí corriendo a avisarle al viejo; pero por suerte las quemaduras no fueron graves y logró sanarse. Eso nos costó quemar dos hornitos gratis pa´ pagarle al dueño, que fue el que nos prestó el dinero pa´ lo del médico.

Siento que es hora de tapar una boca que se ha abierto en el horno que Pancho lleva por dentro y le brindo un trago de café que intencionalmente había preparado antes de venir a su plan.

- Este trabajo me gusta por lo silencioso que es- me dice con orgullo-; yo me levanto cuando todos duermen y en el silencio de la noche siento como cantan los grillos. Veo volar la lechuza buscando qué comer en la claridá´ de la luna, y así voy pasando los días rodea´o del cisco y del monte con sus secretos.

Está llegando el momento del horno dar la pata y comenzar a limpiarlo de los restos de hierbas para sacarlo, y también Pancho empezó a contar pasajes escondidos de su vida:

- Aquí vinieron unos maestricos, casi niños, por allá por el año sesenta y uno. Venían a enseñarnos a leer y a escribir; afigúrate lo bien que nos cayó a nosotros, que unos culicaga´os de la capital, vinieran aquí dentro a la enseñadera esa. Yo me decía: ¿Quién rayos le dijo a ellos que pa´ hacer carbón hace falta saber cuánto es dos por tres? Pero un día llegó a la casa a hablar con el viejo, una mujer de lo más bonita, y yo no sé to´avía cómo lo convenció pa´ ponernos a estudiar.
Así aprendí a leer y a escribir lo poco que sé. En el tiempo que la maestra aquella nos estaba dando clases, fue que vino lo de la invasión y de buenas a primera´  se perdió. Comentabanos a los dos o tres días que la maestra “había puesto los pies en polvorosa”, pero estabanos equivoca´os to´s nosotros; ella la verdá´ había ido pa´ Buena Ventura a pedir un fusil y combatir en lo de Girón.

Se ha apagado el farol y al encenderlo veo rodar por el horno carbones encendidos, y por la frente de Pancho corren gruesas gotas de sudor. Introduzco el gancho de sacar carbón en el horno y logro que de su interior broten destellos de luz; Pancho se ha abierto y me cuenta:

- Muchos de mis conocí´os me han propuesto otro trabajo, pero a la verdá´, aunque quisiera nunca lo haría. No es que yo sea creyente, pero yo le prometí a mi difunto hermano, que sería carbonero to´a la vida.

Arrastro con el peine todo el cisco y la tierra, que ha quedado en el plan después de ensacar el carbón y llevo a Pancho más cerca de sus recuerdos.

- Mi hermano Servando era el mayor de la familia. Él siempre se levantaba muy temprano, pa´ abrir el tajo ´e leña que ibanos a cortar ese día; pero esa vez se levantó más temprano que nunca. Sin hacer ruidos se fue pa´ no verlo nunca más. Nadie lo vio irse, desapareció como si se lo hubiera traga´o la tierra; por eso es que paso la vida haciendo carbón, así tengo la esperanza de que algún día, entre la tierra que le hecho y le saco al plan, encuentre los restos de mi hermano desapareci´o , porque dicen que la que la tierra se traga, tiempo dispué´ lo devuelve.


Me dan ganas de reír las ocurrencias de Pancho; pero la manera con que ha ahecho su sentencia es demasiado seria para causar risa; se me ocurrió solamente preguntarle:

- Pero, Pancho, ¿cómo tu reconocerías los restos de tu hermano en caso de que aparezcan?

- Mira mi´jo- me dice con más confianza-, conocería los restos de mi hermano entre miles. Él estaba muy extraño en aquellos días, como preocupa´o por algo que le afectaba mucho, y así como ido, en el corte de leña se dio un hachazo en la mano izquierda que le llegó hasta los güesos y el deformó el brazo pa´ to´a la vida.

Aquellas palabras penetraron en mi alma como una lanza al rojo vivo. No podía creer lo que escuchaba. Mi cuerpo empezó a caer lentamente, encliné mi frente y besé aquel polvo bendito. Mi vista se irguió y, mirando en el humo que mansamente subía al cielo la imagen de mi madre diciéndole adiós, tuve fuerzas para susurrar:

- Quiera Dios, si es que existe, que sus restos aparezcan, Pancho.

lunes, 14 de febrero de 2011

Faroles en el fango




Por Lic. Efraín Otaño Gerardo


(...)
algo que llevó la luz
a los viejos bosques náufragos.

Era la Revolución,
era el sol de Fidel Castro,

(...)
Alba de letras y números
Sobre el carbón despuntando.
(...)

Indio Naborí
(Elegía de los zapaticos blancos, fragmento)


Cuatro escuelas de tabla y guano fueron el único patrimonio en la oscuridad del pantano antes de 1959. Aisladas en diferentes puntos del territorio apenas contaba con alumnos, debido, fundamentalmente, en que la mayoría de los muchachos de entonces tenían la necesidad de “prenderse” en las labores negras del carbón. Los niños se quedaban mirando el agua quieta de los pantanos y aprendiendo la aritmética de los metros cúbicos de madera cortada y de la cantidad de sacos que había que entregarle al intermediario para poder subsistir. La Ciénaga de Zapata era la capital de la ignorancia.

Pero un enero inmortal
Trajo la luz al batey
(...)
Y como punta de lanza
Vino la revolución
A mi tierra del carbón
Para sembrar la enseñanza.

Y el farol se encendió desde los primeros meses del triunfo cuando Fidel castro vino por primera vez a la Ciénaga de Zapata, el 16 de marzo de 1959 y pudo palpar de cerca el abandono, la soledad y las ignominias con las que vivía el cenaguero de entonces. Concibió un plan especial de alfabetización para esta extensa zona, donde los campesinos vivían dispersos y existía un índice de analfabetismo muy alto.


 
El farol, uno de los símbolo de la
Campaña de Alfabetización de 1961


El Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA)  en la Zona LV-17, que comprende la Ciénaga de Zapata, mediante unos pocos maestros voluntarios, enseña a leer y escribir a  una serie de habitantes del humedal. Pero no es hasta el 29 de agosto de 1960 que es anunciada la Campaña Masiva de Alfabetización que será llevada a cabo en todo el país.
Fidel asegura en septiembre de ese año en la ONU: "Cuba será el primer país de América que, a la vuelta de algunos meses, puede decir que no tiene ni un solo analfabeto".

El 31 de diciembre de 1960, junto a miles de maestros voluntarios, el Comandante en Jefe, reitera la idea de erradicar el analfabetismo en solo un año, al explicar que las dos grandes tareas para el nuevo año son la educación y la defensa. Iniciándose así, oficialmente, el primero de enero de 1961, la Campaña de Alfabetización, en su  etapa organizativa.

El 8 de enero de 1961 ocurre un hecho trascendental en la historia de la educación en Ciénaga de Zapata. Es celebrada, en el poblado de Pálpite, a 105 kilómetros de la capital provincial, Matanzas, una Asamblea popular para dar inicio a la Campaña de alfabetización en Matanzas. Se creaban condiciones para llevar a cabo tan importante y colosal tarea. Los responsables de Milicias, los médicos que ya existían en la zona y otro personal que reunía condiciones para ello, se sumaron como maestros voluntarios a la Campaña.

En medio de esta etapa organizativa, comienza a desarrollarse la alfabetización, a través del Plan Especial para la Ciénaga de Zapata, el 3 de febrero, con 200 alfabetizadores.

La Campaña de alfabetización
(Fotos Archivo)


En el acto celebrando la efeméride por el 26 de Julio de ese año, Fidel reitera el papel de los jóvenes en la alfabetización. Ese día se declara la Ciénaga de Zapata "Territorio Libre de Analfabetismo", y el 27, Fidel, inaugura, en Playa Girón, el Parque Nacional Ciénaga de Zapata, diferentes Centros Turísticos construidos por la revolución, acompañado por Yuri Gagarin, primer cosmonauta del mundo, donde destaca la hazaña realizada por los brigadistas del lugar.

En las horas difíciles de Playa Girón, durante los combates del ataque mercenario, los alfabetizadores jugaron un importante papel; "Cada cubano debe ocupar el puesto que le corresponda en las unidades militares y centros de trabajo sin interrumpir la producción, ni la campaña de alfabetización, ni una sola obra revolucionaria", fue la orden de Fidel en aquella ocasión, y los alfabetizadores, con extraordinaria disciplina y afán de trabajo, continuaron su importante misión.  Nunca se interrumpió la batalla del lápiz, la cartilla y el manual a pesar de la otra de aviones, balas y tanques.

Otras fueron las tareas de la educación desplegadas por aquella etapa inicial de triunfo revolucionario. Una de las más destacadas y recordadas por los cenagueros fue el hecho de enviar a estudiar a la capital de Cuba a jóvenes con aptitudes para la alfarería y la costura.
Destaque particular los artesanos cenagueros que se graduaron en estos cursos, que propició, bajo las enseñanzas de la destacada artista cubana Rita longa, crear el Taller de cerámica de La Boca de Guamá y realizar las maravillosas esculturas de la aldea taína en Guamá, Laguna del tesoro.
La Escuela Nacional de Mar y pesca fue fundada en Playa girón, en la década del 60 y graduaría un gran número de estudiantes.

Ya nadie pararía el desarrollo educacional dentro del monte. Crear instituciones de todo tipo y para todas las enseñanzas, sería el gran logro de la revolución cubana en la península. Desde el histórico Internado de Cayo Ramona, primer centro educacional de envergadura del territorio, hasta la fabulosa escuela primaria del poblado de Pálpite.

Escuela primaria del poblado de Pálpite


A cincuenta años de los sucesos de Playa Girón, uno de los orgullos cenagueros son los resultados alcanzados en la Educación de su pueblo. Nunca me han gustado los números, sin embargo en este caso son cifras que hablan.

La enseñanza Secundaria, uno de los mayores
impactos de la educación en Ciénaga de Zapata
Diez escuelas primarias a lo largo y ancho del municipio con 791 colegiales (se incluyen 60 de la enseñanza pre-escolar), 1 círculo Infantil con 94 educandos, 3 Escuelas Secundarias Básicas Urbanas (ESBU) en cada uno de los consejos populares (esta enseñanza constituye uno de los grandes impactos sociales en el territorio) con 396 estudiantes matriculados, una escuela de enseñanza especial con 25 niños, 1 escuela técnica-profesional con 67 jóvenes, una FOC (Facultad Obrera-Campesina) que le imparte clases para lograra el bachillerato a 203 estudiantes-trabajadores.

La enseñanza superior también llegó a nuestro terruño, con la municipalización de la enseñanza en Cuba, existe un Consejo Universitario Municipal que agrupa 4 facultades Universitarias: Ciencias médicas, Cultura Física, la SUM o Sede Universitaria Municipal (que imparte conocimientos en 5 carreras fundamentales (Estudios Socioculturales, Psicología, Derecho, Comunicación Social y Contabilidad, con una matricula de más de quinientos estudiantes de nivel superior, la Sede pedagógica, que forma los Recursos Humanos cada vez más preparados para darle continuidad a esta obra innegable de la Revolución: la educación.
El territorio cuenta con 39 máster en educación primaria y secundaria, 113 licenciados en ambas enseñanzas, especialistas en computación, Bibliotecología, profesores de Educación física, Instructores de arte, capaces de llevar adelante el modelo cubano de video clases y de profesores generales integrales.  ¡Que diferencia, verdad!

Los instructores de arte juegan
un papel importante en el aprendizaje
de la apreciación artística desde tempranas edades.



Quedará por siempre alumbrando aquel farol que se encendió en enero de 1959, porque se le ha hecho dentro del gran pantano una efigie de fango para que perdure a las tempestades; y la semilla que sembraron aquellos, que muy jóvenes vinieron a lugares apartados como mi ciénaga, germinó, creció con la fertilidad del sacrificio diario de los maestros, camina con pasos de gigantes y nos guiará al pueblo instruido y culto que se quiere . La educación en Cuba es gratuita y un derecho de cada ciudadano sin diferencia de razas, de creencias, color de la piel... La educación dentro de los montes de la Ciénaga de Zapata, crece como el gran árbol del que hablaba José Martí: ...se siembra en  una semilla y se abre en muchas ramas.”



viernes, 11 de febrero de 2011

Recale de batas blancas


Por Lic. Efraín Otaño Gerardo

(…)
Ya no muere la mujer
de parto por donde quiera.
(…)
(Décimas de Pablo Bonachea, fragmentos)

Recale de batas blancas

Poco se puede hablar de la salud pública en la Ciénaga de Zapata antes de 1959. El parasitismo, la insalubridad, la falta de higiene, el abandono sanitario, la elevada mortalidad infantil y materna, y la falta de una infraestructura de instituciones y recursos humanos constituían las principales manquedades a las que estaba sometido este rincón olvidado de Cuba.

Investigadores del museo de Playa Girón, Niurka Trujillo Pérez y Bárbara Sierra Cobas, afirman:
“Las parteras o comadronas se valían de hierbas para ayudar a restablecer a las recién paridas... Con frecuencia los partos se convertían en una desgracia familiar con graves consecuencias.”

«La mortalidad infantil de Ciénaga de Zapata constituía la más alta de toda la isla en 1958: era aproximadamente de 65 por cada mil nacidos vivos; y la del país, 35 por mil nacidos vivos».

«Durante la década de los 50 se recuerdan dos botiquines. Uno se ubicaba en Santo Tomás, en casa de Eustaquia Mejías Benítez, quien traía de Yaguaramas varios productos (aspirina, mercurocromo, algodón, alcohol, gasa, bisturís...) utilizados sobre todo para socorrer a los accidentados en el corte de leña. En Cayo Ramona había otro, construido con techo de guano, forrado con tabla y el piso de cemento, propiedad de Pedro García Duarte, que vendía algunas medicinas, casi siempre sin prescripción médica, pues en toda Ciénaga de Zapata no había hospitales ni centros asistenciales ni profesionales de la salud de ningún tipo.

«Cuando la enfermedad era grave había que trasladar al enfermo a otros territorios. Los residentes en la zona occidental cenaguera se dirigían hacia Jagüey Grande, mientras los de la oriental se desplazaban hacia Covadonga, Aguada de Pasajeros o Cienfuegos. Las medicinas se adquirían entonces en las farmacias de esos lugares.

«En abril de 1953, Fulgencio Batista, con fines politiqueros y como iniciativa de su esposa Martha Fernández Miranda, comenzó la construcción de un hospital en Cayo Ramona. Sin estar terminado funcionó muy pocos meses, con un enfermero. La obra nunca llegó a su fin y quedó abandonada», precisan las investigadoras.

(...) Un día llegó a la Ciénaga algo nuevo, inesperado:
Era la Revolución, era el sol de Fidel Castro,
Era el camino triunfante sobre un infierno de fango (...)

                                                             Indio Naborí

Las transformaciones de la Revolución triunfante no se hicieron esperar desde sus inicios.  Para ello fue necesario crear una red institucional y un proyecto de salud que abarcara los 4230 km² del territorio cenaguero y que llegara a cada una de las 18 comunidades, alejadas entre si, de esta vasta región. La creación de recursos humanos: médicos, especialistas de las diferentes ramas de la salud pública, tecnólogos, enfermeras, etc, constituía también una prioridad para el Gobierno Revolucionario. Por supuesto que no fue tarea de un día. Sin embargo hoy la Ciénaga de Zapata puede mostrar toda una gama de resultados en la salud pública.

Asistencia Médica ¡Gratuita!

Para garantizar la cobertura médica en todo el Humedal se cuenta con 13 consultorios médicos de la familia, modalidad que le da seguimiento a la salud primaria, preventiva y de atención comunitaria, que a pesar de la ayuda solidaria de nuestros médicos en decenas de de países del mundo, se le garantiza el recurso humano indispensable para sus funcionamiento, auxiliado por una infraestructura que le da respuesta a más de 30 servicios de Salud Pública, en este mismo lugar que reflejaba los episodios del pasado que ya hemos contado.


Moderno Policlínico con más de 22 servicios


En el Policlínico Docente  “Celia Sánchez Maduley”, se prestan más de 22 servicios de salud: estomatología, drenaje biliar, endoscopía, gineco-obstetricia, rayos x, ultrasonido, optometría, oftalmología, electroterapia, cirugía menor, prótesis, apoyo vital trombolosis, análisis de laboratorio, entre los más importantes. Dotado con equipos de tecnología de punta, cuenta con personal calificado para ello, en su mayoría, graduados de la facultad de medicina del propio policlínico, enclavado en Playa Larga, a unos a180 km de la capital cubana.

Otro policlínico en Cayo Ramona, y una posta médica en Playa Girón completan las instituciones para la asistencia médica.

Programa Materno-Infantil, prioridad del Estado Cubano

No por casualidad se habla en el inicio de este trabajo que la mortalidad infantil en Ciénaga de Zapata antes de 1959 era de ¡65 por cada 1000 nacidos vivos! Ahora nuestro territorio exhibe una tasa de ¡¡ 0 !! mortalidad infantil y materna.


Diferentes actividades, mantienen en buen
 estado de ánimo a las embarazadas


Para ello, un grupo de especialistas, enfermeras y personal de la salud. Labora en los dos hogares maternos con lo que cuenta el municipio. La asistencia médica especializada y la sala vital para cualquier emergencia, son complementos con los que cuenta el programa.

Sala de apoyo vital y trombolisis




Servicios farmacéuticos


En Ciénaga de Zapata existen 3 farmacias, en cada uno de los Consejos Populares: Cayo Ramona, Playa Girón y Playa Larga, una farmacia comunitaria en Pálpite y 3 minifarmacias en lugares más  distantes. El cuadro farmacológico responde a las expectativas médicas y tiene muy buena aceptación la medicina Natural Tradicional, que se produce en el laboratorio del territorio, con materia prima que produce el ministerio de la agricultura en nuestros predios.





Otros servicios médicos

Las dos salas de rehabilitación con que cuenta Ciénaga de Zapata, constituyen, sin duda alguna un privilegio para los habitantes de este terruño. Equipos de rayo láser, ultrasonido, calor infrarrojo, electromagnetismo y otros de alta tecnología dotan sendas salas que se ubican en ambas partes del territorio, oriental y occidental. Las salas cuentas así mismo con personal indispensable para su funcionamiento con servicios totalmente gratuitos.


Moderna sala de rehabilitación,
el municipio cuenta con dos salas de este tipo.


Servicios de Enfermería y tecnología de la salud

Estos servicios son, sin duda, los de mayor crecimiento en los últimos años en el territorio en relación con la formación de los recursos humanos. La facultad de Ciencias médicas, a partir de la municipalización de la enseñanza en nuestro país, ha sido un impacto positivo para la fuerza joven del territorio. Muchas jóvenes sin un perfil vocacional definido, escogieron estas carreras afines a la salud pública por las facilidades con que contaban en su propio lugar de residencia. Significa por ende una fortaleza dentro del sistema de los servicios médicos en Ciénaga de Zapata.


Enfermeras y técnicos de la salud,
son formados en el municipio



jueves, 10 de febrero de 2011

Premio de Cristal

Por Efraín Otaño Gerardo

La conducta del sabio es como el agua: carece de sabor,
 pero a todos complace;
 carece de color,
 pero es bella y cautivadora;
carece de forma,
pero se adapta con sencillez y orden a las más variadas figuras.

 Confucio. (Filósofo y sabio chino)


Mayor y mejor conservado Humedal del Caribe Insular.

La cuenca de Zapata, que ocupa prácticamente toda la porción Sur de la provincia Matanzas y el extremo sur occidental de la de Cienfuegos, es uno de los elementos hidrográficos más importantes de Cuba.

Según datos de diferentes fuentes, en las que se incluye el estudio de Cuencas hidrográficas desarrollado por el CITMA, concuerdan en afirmar que este sistema  tiene características muy  especificas en su estructura, conformando un complejo de acuíferos dado la existencia de diferentes niveles. La descarga del mismo se realiza en la mayor parte de la Ciénaga de Zapata y de esta al mar, ya sea de manera visible o por vía subterránea.



En la red de drenaje superficial se destaca de manera especial el río Hatiguanico, uno de los ríos más caudalosos del Occidente de Cuba, y principal arteria fluvial de Ciénaga de Zapata, considerado por muchos como el "Amazonas" cubano dada su longitud y preservación, atraviesa de este a oeste gran parte de la Ciénaga de Zapata, recibiendo tres afluentes (Negro, Guareiras y Gonzalo), aunque en remotos tiempos, ante de la acumulación excesiva de material cársico y de empantanamiento, su cauce nacía en la Laguna del Tesoro.

Es precisamente este bello espejo natural de agua, otro de los recursos hidráulicos más preciados del terruño. Con sus 16 Kilómetros cuadrados de superficie y cinco de diámetro, La Laguna del Tesoro se convierte en una de las más importantes de Cuba. Cuenta la leyenda que debe su nombre a un pasaje precolombino: los indios que se asentaban en las cercanías de la gran ciénaga del sur, al sentirse en peligro por la presencia de los conquistadores, botaron al fondo del lago sus más preciadas riquezas, para evitar que cayeran en  sus manos.

  
Vista de la Laguna del tesoro, desde el centro turístico Guamá, uno de los más bellos parajes de la Ciénaga de Zapata. Reserva  hidrológica importante dentro de la gran Cuenca de Zapata.





En el año 2009, la Ciénaga de Zapata, fue aprobada como cuenca hidrográfica de interés nacional, lo cual pone de manifiesto la gestión de Cuba para la protección del medio ambiente.
La decisión correspondió al Consejo Nacional de Cuencas Hidrográficas, que sesionó en este municipio sureño de la provincia de Matanzas, el más extenso de Cuba, con 4320 kilómetros cuadrados.

El humedal tiene además otros ecosistemas importantes como el de manglares, marismas y herbazales de ciénaga que juegan un importante papel en la conservación de la biodiversidad de la flora y la fauna, y donde los recursos hídricos establecen el balance necesario para el habitad de las diferentes especies que conforman estos.












Proyecto de desecar la Ciénaga de Zapata
 
El 21 de junio de 1912 con la firma del Decreto presidencial No.556, se le otorgaba el derecho de desecación de la Ciénaga de Zapata, a la compañía norteamericana The Zapata Land Company (según datos del fondo de Secretaría de la Presidencia, encontrados en el Archivo histórico Nacional, por el colectivo de autores del libro “El Silencio de los Pantanos”)
Pero a las complejidades técnicas del proyecto, había que sumarle loe verdaderos objetivos de los inversionistas: el enriquecimiento a partir del margen financiero dejado en los estudios y trabajos a realizar.
Este proyecto se quedó sólo en el nombre. A finales de 1948, volvería el gobierno de Prío Socarrás  a retomar la idea de desecación de la gran cuenca de Zapata, pensando en una producción agraria y el desarrollo turístico de la región.

Sin embargo nadie había pensado en estos proyectos de desecación aparejados al desarrollo social de la región.

Al triunfo revolucionario del primero de enero de 1959, el capitán del Ejercito Rebelde, Ángel Fernández Vila, recibe una misión del entonces Primer Ministro cubano y Presidente del INRA (Instituto Nacional de reforma Agraria) Fidel Castro. Vila nos cuenta:

Cuando Fidel me dio la tarea de ocuparme de la Ciénaga de Zapata, me estaba ofreciendo la oportunidad de tomar conciencia como revolucionario. Nunca se me olvidará aquel día en que me llamó y me dijo que quería que trabajara en uno de sus proyectos más preciados y en el cual la Revolución centraba su mayor empeño:
era el proyecto de desecación y recuperación social de la Península de Zapata. Recuerdo que en su despacho había un mapa de la región. Señalándolo me dijo:

—Mira, esta es la Ciénaga.

A continuación comenzó a explicarme las ideas que tenía con respecto al rescate social de todos aquellos hombres, la organización del aprovechamiento forestal y la incorporación de la población a actividades superiores, más humanas.”

Se inició, asimismo, la desecación de la zona central de la Ciénaga, según los estudios realizados por expertos holandeses, pero con una serie de adaptaciones concebidas por los ingenieros cubanos, que eran proyectos de desecación y canalización parcial de la Ciénaga, pero visto desde una óptica social.

Este proyecto incluía obras para el balance hídrico del humedal, que por supuesto se han hecho a lo largo de estos años y aún continúan edificándose para lograr un aprovechamiento óptimo de este recurso natural no renovable y de gran necesidad  para la vida.
El tema de la desecación de la ciénaga fue mal interpretado por los enemigos de Cuba, pero Fidel siempre lo tuvo claro desde el primer día. En su discurso en la Universidad Central “MARTA ABREU”, de Santa Clara, entonces provincia de Las villas, el 15 de marzo de 1959.
“...Además, estamos ya estudiando y preparando los proyectos para desecar la Ciénaga de Zapata, con una capacidad de 15 000 caballerías de tierra, y que cuando esté en condiciones de cultivo, va a servir de sustento a decenas de miles de familias cubanas.
He oído algunas discusiones sobre la Ciénaga de Zapata, si pertenece a Las Villas o pertenece a Matanzas.  Sobre esas cosas no hay que discutir, lo que hay que decir es que la Ciénaga de Zapata pertenece a Cuba; la desecación de la Ciénaga de Zapata no va a beneficiar solamente a los villaclareños, va a beneficiar también a los matanceros, y va a beneficiar, en definitiva, a todos los cubanos.  Allí irán campesinos de Las Villas y campesinos de Matanzas.  Es una tontería ponerse ahora a discutir y a fomentar divisiones por esas cuestiones.  Esas son cuestiones intrascendentes, que no hay que traer al caso, esas son cuestiones localistas; lo importante es que la Ciénaga de Zapata está ahí, y ahí va a quedarse, está ahí como un pedazo de Cuba, un pedazo que vamos a rescatar para beneficio de todos los cubanos (APLAUSOS).  Todas las necesidades de todos los pueblos, todos los rincones de esta provincia, serán atendidos por el Gobierno”...


   







   Obras para el desagüe y el balance hídrico de la Gran Cuenca de Zapata


Llave de paso al Acueducto


Un pequeño acueducto en La Criolla, construido por allá por 1918, con un molino de viento para bombear el agua, que beneficiaba a varias familias del pequeño batey de Buena ventura, era el único vestigio existente en el pantano. Lo otro, casimbas, canales, lagunas y pozos de brocal, fundamentalmente, que el habitante del humedal se veía en la necesidad de filtrar a través de telas de mosquiteros o mallas para eliminar los gusarapos y mazamorras adheridas a los fondos “casimberos”. Era obvio pensar en las consecuencias desde el punto de vista de salud en que incurrían las familias de entonces.

Pero la Revolución llegó con sus manos ardientes a encausar el destino cenaguero. El INRH (Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos), construyó acueductos, sistemas de bombeo, red de alcantarillados en los mayores poblados, redes para abasto de agua a los pobladores y en las comunidades más distantes la variante del agua por pipas y pozos individuales con cloración y bombas manuales en la mayoría de los casos. Bombas eléctricas de pequeña factura para  rebombear el agua hacia tanques elevados y las más variadas tecnologías para beneficiar al cenaguero.
 Tres sistemas de acueductos en cada uno de los Consejos Populares garantizan el agua del 90 % de la Población del territorio concentrada en estas comunidades. Dotados de tecnologías eficientes bombean agua alrededor de 18 horas diarias, con cloración automática incluida.


En honor a la verdad en la zona oriental de la Ciénaga de Zapata, que incluye Playa Girón, por la sobreexplotación de los sistemas y aumento del triángulo salino, debido a la cercanía al mar, el exceso de cloruros le resta calidad a las aguas. Existe un proyecto y la voluntad del Gobierno Revolucionario de financiar la inversión de un nuevo acueducto más al norte que resolvería esta problemática,  similar a la mejoría del acueducto de Playa Larga, con capacidad de 60 litros por segundo, que comenzó a funcionar hace unos meses y que ha mejorado la entrega y la calidad del líquido.
Oficinas del INRH en Ciénaga de Zapata


En poblados extremos, de difícil acceso como Guasaza y alejados del los sistemas de bombeo fundamentales, como Los Hondones, gozan de sendos micro acueductos que prestan el servicio a esas comunidades más pequeñas.

No cabe duda, que en la Ciénaga de Zapata nadie se muere de sed y ese tesoro de cristal que nos identifica, simboliza uno de los motivos para tener las categorías de Sitio Ransar y Reserva de la Biosfera.




miércoles, 2 de febrero de 2011

Dos cuentos sobre la tarde



Por Alexei Sánchez



Caminando sobre el cristal


Para alertarlo y guiarlo, sus padres abrieron ante él; miedo, tras miedo, tras miedo: las fauces del Infierno.  Desde entonces, vivió con el temor de dar un paso que lo hiciera enfrentarse a esos dientes sudorosos que le habían hecho vislumbrar.
Cuando le llegó su hora, enfrentó la muerte con la tranquilidad del que se merece el Cielo y nunca se dio cuenta de que había vivido, toda su vida, en el Infierno.




Ella y yo

Para mis estudiantes de Lenguaje y Comunicación I, por aquel chiste compartido.

Desde su niñez, dedicaba todo su tiempo libre a desarmar y volver a armar todo tipo de objetos y artefactos.
Ganó todos los Campeonatos de Ludo, Deletreo, Rompecabezas y Crucigramas, en los que participó.
Fue la mejor de su curso en la vivisección de ranas.
Armaba y desarmaba relojes digitales y mecánicos, planchas, equipos de música, televisores, computadoras, automóviles, barcos y aviones…
A veces le sobraba alguna pieza, pero todo lo que desarmaba y armaba de nuevo, continuaba funcionando a la perfección.

Una noche desenfrenada, Ella desarmó pieza por pieza mi cuerpo y mi alma.
Al otro día fui a trabajar y todo transcurrió con normalidad. Llegué a mi casa, y un rato después, sentí una extraña sensación en el pecho. Miré en su interior y descubrí…


En ese mismo instante, en su habitación, Ella abre el cajón de su mesita de noche y observa complacida, el enorme y palpitante corazón. 




Destellos


Por Efraín Otaño Gerardo
 
...yo te amaré en silencio
Como algo inaccesible
Como un sueño que nunca
Se podrá realizar...

Jose Angel Huesa



Nuestro encuentro fue un eclipse
donde tu cuerpo se interpuso en la sombra de mi galaxia.
Soñamos con hacernos el amor
         en aquel paréntesis crepuscular
             (hecho a propósito)
por la mano de Dios.
                             El beso huyó
a pesar de los lamentos del deseo,
terminó la noche sin haber comenzado la mañana
y quedó en el índice de mis páginas
el capítulo de una tarde
                                   fuera de la órbita terrestre.