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jueves, 10 de febrero de 2011

Premio de Cristal

Por Efraín Otaño Gerardo

La conducta del sabio es como el agua: carece de sabor,
 pero a todos complace;
 carece de color,
 pero es bella y cautivadora;
carece de forma,
pero se adapta con sencillez y orden a las más variadas figuras.

 Confucio. (Filósofo y sabio chino)


Mayor y mejor conservado Humedal del Caribe Insular.

La cuenca de Zapata, que ocupa prácticamente toda la porción Sur de la provincia Matanzas y el extremo sur occidental de la de Cienfuegos, es uno de los elementos hidrográficos más importantes de Cuba.

Según datos de diferentes fuentes, en las que se incluye el estudio de Cuencas hidrográficas desarrollado por el CITMA, concuerdan en afirmar que este sistema  tiene características muy  especificas en su estructura, conformando un complejo de acuíferos dado la existencia de diferentes niveles. La descarga del mismo se realiza en la mayor parte de la Ciénaga de Zapata y de esta al mar, ya sea de manera visible o por vía subterránea.



En la red de drenaje superficial se destaca de manera especial el río Hatiguanico, uno de los ríos más caudalosos del Occidente de Cuba, y principal arteria fluvial de Ciénaga de Zapata, considerado por muchos como el "Amazonas" cubano dada su longitud y preservación, atraviesa de este a oeste gran parte de la Ciénaga de Zapata, recibiendo tres afluentes (Negro, Guareiras y Gonzalo), aunque en remotos tiempos, ante de la acumulación excesiva de material cársico y de empantanamiento, su cauce nacía en la Laguna del Tesoro.

Es precisamente este bello espejo natural de agua, otro de los recursos hidráulicos más preciados del terruño. Con sus 16 Kilómetros cuadrados de superficie y cinco de diámetro, La Laguna del Tesoro se convierte en una de las más importantes de Cuba. Cuenta la leyenda que debe su nombre a un pasaje precolombino: los indios que se asentaban en las cercanías de la gran ciénaga del sur, al sentirse en peligro por la presencia de los conquistadores, botaron al fondo del lago sus más preciadas riquezas, para evitar que cayeran en  sus manos.

  
Vista de la Laguna del tesoro, desde el centro turístico Guamá, uno de los más bellos parajes de la Ciénaga de Zapata. Reserva  hidrológica importante dentro de la gran Cuenca de Zapata.





En el año 2009, la Ciénaga de Zapata, fue aprobada como cuenca hidrográfica de interés nacional, lo cual pone de manifiesto la gestión de Cuba para la protección del medio ambiente.
La decisión correspondió al Consejo Nacional de Cuencas Hidrográficas, que sesionó en este municipio sureño de la provincia de Matanzas, el más extenso de Cuba, con 4320 kilómetros cuadrados.

El humedal tiene además otros ecosistemas importantes como el de manglares, marismas y herbazales de ciénaga que juegan un importante papel en la conservación de la biodiversidad de la flora y la fauna, y donde los recursos hídricos establecen el balance necesario para el habitad de las diferentes especies que conforman estos.












Proyecto de desecar la Ciénaga de Zapata
 
El 21 de junio de 1912 con la firma del Decreto presidencial No.556, se le otorgaba el derecho de desecación de la Ciénaga de Zapata, a la compañía norteamericana The Zapata Land Company (según datos del fondo de Secretaría de la Presidencia, encontrados en el Archivo histórico Nacional, por el colectivo de autores del libro “El Silencio de los Pantanos”)
Pero a las complejidades técnicas del proyecto, había que sumarle loe verdaderos objetivos de los inversionistas: el enriquecimiento a partir del margen financiero dejado en los estudios y trabajos a realizar.
Este proyecto se quedó sólo en el nombre. A finales de 1948, volvería el gobierno de Prío Socarrás  a retomar la idea de desecación de la gran cuenca de Zapata, pensando en una producción agraria y el desarrollo turístico de la región.

Sin embargo nadie había pensado en estos proyectos de desecación aparejados al desarrollo social de la región.

Al triunfo revolucionario del primero de enero de 1959, el capitán del Ejercito Rebelde, Ángel Fernández Vila, recibe una misión del entonces Primer Ministro cubano y Presidente del INRA (Instituto Nacional de reforma Agraria) Fidel Castro. Vila nos cuenta:

Cuando Fidel me dio la tarea de ocuparme de la Ciénaga de Zapata, me estaba ofreciendo la oportunidad de tomar conciencia como revolucionario. Nunca se me olvidará aquel día en que me llamó y me dijo que quería que trabajara en uno de sus proyectos más preciados y en el cual la Revolución centraba su mayor empeño:
era el proyecto de desecación y recuperación social de la Península de Zapata. Recuerdo que en su despacho había un mapa de la región. Señalándolo me dijo:

—Mira, esta es la Ciénaga.

A continuación comenzó a explicarme las ideas que tenía con respecto al rescate social de todos aquellos hombres, la organización del aprovechamiento forestal y la incorporación de la población a actividades superiores, más humanas.”

Se inició, asimismo, la desecación de la zona central de la Ciénaga, según los estudios realizados por expertos holandeses, pero con una serie de adaptaciones concebidas por los ingenieros cubanos, que eran proyectos de desecación y canalización parcial de la Ciénaga, pero visto desde una óptica social.

Este proyecto incluía obras para el balance hídrico del humedal, que por supuesto se han hecho a lo largo de estos años y aún continúan edificándose para lograr un aprovechamiento óptimo de este recurso natural no renovable y de gran necesidad  para la vida.
El tema de la desecación de la ciénaga fue mal interpretado por los enemigos de Cuba, pero Fidel siempre lo tuvo claro desde el primer día. En su discurso en la Universidad Central “MARTA ABREU”, de Santa Clara, entonces provincia de Las villas, el 15 de marzo de 1959.
“...Además, estamos ya estudiando y preparando los proyectos para desecar la Ciénaga de Zapata, con una capacidad de 15 000 caballerías de tierra, y que cuando esté en condiciones de cultivo, va a servir de sustento a decenas de miles de familias cubanas.
He oído algunas discusiones sobre la Ciénaga de Zapata, si pertenece a Las Villas o pertenece a Matanzas.  Sobre esas cosas no hay que discutir, lo que hay que decir es que la Ciénaga de Zapata pertenece a Cuba; la desecación de la Ciénaga de Zapata no va a beneficiar solamente a los villaclareños, va a beneficiar también a los matanceros, y va a beneficiar, en definitiva, a todos los cubanos.  Allí irán campesinos de Las Villas y campesinos de Matanzas.  Es una tontería ponerse ahora a discutir y a fomentar divisiones por esas cuestiones.  Esas son cuestiones intrascendentes, que no hay que traer al caso, esas son cuestiones localistas; lo importante es que la Ciénaga de Zapata está ahí, y ahí va a quedarse, está ahí como un pedazo de Cuba, un pedazo que vamos a rescatar para beneficio de todos los cubanos (APLAUSOS).  Todas las necesidades de todos los pueblos, todos los rincones de esta provincia, serán atendidos por el Gobierno”...


   







   Obras para el desagüe y el balance hídrico de la Gran Cuenca de Zapata


Llave de paso al Acueducto


Un pequeño acueducto en La Criolla, construido por allá por 1918, con un molino de viento para bombear el agua, que beneficiaba a varias familias del pequeño batey de Buena ventura, era el único vestigio existente en el pantano. Lo otro, casimbas, canales, lagunas y pozos de brocal, fundamentalmente, que el habitante del humedal se veía en la necesidad de filtrar a través de telas de mosquiteros o mallas para eliminar los gusarapos y mazamorras adheridas a los fondos “casimberos”. Era obvio pensar en las consecuencias desde el punto de vista de salud en que incurrían las familias de entonces.

Pero la Revolución llegó con sus manos ardientes a encausar el destino cenaguero. El INRH (Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos), construyó acueductos, sistemas de bombeo, red de alcantarillados en los mayores poblados, redes para abasto de agua a los pobladores y en las comunidades más distantes la variante del agua por pipas y pozos individuales con cloración y bombas manuales en la mayoría de los casos. Bombas eléctricas de pequeña factura para  rebombear el agua hacia tanques elevados y las más variadas tecnologías para beneficiar al cenaguero.
 Tres sistemas de acueductos en cada uno de los Consejos Populares garantizan el agua del 90 % de la Población del territorio concentrada en estas comunidades. Dotados de tecnologías eficientes bombean agua alrededor de 18 horas diarias, con cloración automática incluida.


En honor a la verdad en la zona oriental de la Ciénaga de Zapata, que incluye Playa Girón, por la sobreexplotación de los sistemas y aumento del triángulo salino, debido a la cercanía al mar, el exceso de cloruros le resta calidad a las aguas. Existe un proyecto y la voluntad del Gobierno Revolucionario de financiar la inversión de un nuevo acueducto más al norte que resolvería esta problemática,  similar a la mejoría del acueducto de Playa Larga, con capacidad de 60 litros por segundo, que comenzó a funcionar hace unos meses y que ha mejorado la entrega y la calidad del líquido.
Oficinas del INRH en Ciénaga de Zapata


En poblados extremos, de difícil acceso como Guasaza y alejados del los sistemas de bombeo fundamentales, como Los Hondones, gozan de sendos micro acueductos que prestan el servicio a esas comunidades más pequeñas.

No cabe duda, que en la Ciénaga de Zapata nadie se muere de sed y ese tesoro de cristal que nos identifica, simboliza uno de los motivos para tener las categorías de Sitio Ransar y Reserva de la Biosfera.




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