Espacio post mortem

Efraín Otaño Gerardo

 Hoy con Hydael Faget Fierro

Poeta, escritor y dramaturgo. 

Actor y director de teatro del CAC Korimakao

En este espacio post mortem de hoy, quiero compartir un extraordinario texto de Jordi Martínez y reflejar una de las obras poéticas de Hydael. De esas que hacía debajo del soplillo más cercano al monte o sentado en el ómnibus que lo trasladaba todos los días hacia la Ciénaga de Zapata.

 Y ME GUSTA EL HORIZONTE...

Por: Jordi Martínez

 Cuentan que cuando un silencio

aparecía entre dos

era que pasaba un ángel

que les robaba la voz.

Y hubo tal silencio el día

que nos tocaba olvidar

que de tal suerte yo todavía

no terminé de callar.

(Silvio Rodríguez)

Casi seguro no existe un artista aquí que no se haya soñado con un personaje invencible, invulnerable, irresistible e inmortal como lo fue DON QUIJOTE en la coproducción con la Compañía Laberinto de Francia que fue El Vuelo del Quetzal dirigida por su propio autor Serge Sandor, y estrenada el 21 de septiembre de 2001 en la Plaza de la Catedral de la Habana durante la jornada del Festival de Teatro e ese mismo año. Creo que nadie le ha podido imprimir mas emociones al SACACUEROS, de La hoguera (el gran clásico de Korimakao) que él, para no hablar de la gracia individual de su inigualable gallego RUPERTO DE LA GRACIA SECA en tantos espectáculos musicales por donde paseo dignamente con boina negra, y bigotes perfilados…el EMILIANO de Para Onelio , o el profe que cautivó la mirada de los espectadores en la serie televisiva Coco verde, y cuando hablo de estos personajes que quedaron en la historia del repertorio korimakaense aparece la fornida figura de ese niño, grande y juguetón, que nació en una primavera florida bajo las sombras de un Jagüey Grande que lo acunó y lo hecho andar por los vericuetos del arte escénico, primero con la Brigada XX Aniversario después al lado de Manuel Porto aprendiendo y creando. Si tuviera que definirlo diría que HIDAEL FAGET FIERRO es mitología, capacidad para recrear la cultura mediante el héroe positivo, y propuesta de valores, sentido racional de lo épico, en fin, arte emanando por las venas cual si fuera sangre.

Para los que aprendimos, convivimos y lo conocimos a profundidad sabemos que cobijarnos a su lado fue un desafío, pero también hubo mucho de disciplina y de ejercitación, de amistad, cariño, fraternidad y amor. Yohandra, Gimia, Adonay, el Pepo, Dunia y otros muchos sabemos de eso.

Ya no está con nosotros, hace poco más de seis años se fue con sus bromas, y su tabaco en el bolsillo, y su mochila de cuero a bregar por otras zonas del tiempo. Pero su legado quedó con nosotros, como quedaron sus Fábulas de la Ciénaga, libro extraordinario que todos: grandes y chicos debemos leer y releer una y otra vez; redactado al modo de esas extrañas canciones poéticas, que siempre te emocionan por más veces que las escuches, escrito aquí en el pantano y para los niños del mundo.

Abril , es también Faget esa mole implacable y sensible, que eufóricamente gritaba a voz en cuello, por todo Pálpite cuando ganaba “un muerte al tres” en los acostumbrados juegos de carta después del almuerzo, el que se quitaba el pan del desayuno para dárselo a quien no alcanzaba, el que guarecía de la lluvia, el guardián, el infatigable que a las 7de la mañana se paraba en el entronque de Jagüey a parar botella para llegar temprano al salón de teatro, el muchacho malcriado que desde la región más desgarradora del llanto sacaba una carcajada estrepitosa o hacia una broma de mal gusto pero le quedaban bien. El gordo por excelencia, hombre, devenido en gran ser humano, el que está aquí, guardado en el rincón más apacible del pecho, de naturalidad inveterada, o mirada perdida en lontananza a veces, a ratos.

Defectos y virtudes, honestidad a flor de piel, ¡insuperable!, Demarcación del antes y el después, mayoría de edad entre los que fundaron y formaron con la casa a cuestas…Mucho hay para contar sobre las cosas de Hidael, pero cuando llegue ese momento sea quien sea esa persona, no se le olvide terminar con la frase que lo identifica, como Gran don Quijote que fue: Y ME GUSTA EL HORIZONTE, MAS CUANDO ME ACERCO, LO PIERDO.

Algunos textos a dos amigas.

Hydael Faget Fierro

(A María Luisa e Idalmis)

Tras un puerto

Que inundan mis espacios

Tengo dos seres inmensos,

Sus cuerpos se hacen cada mañana.

Cuando levanto la vista

Me resulta difícil estar vivo

Sin presentir

Todo lo que inducen

A mi pecho.

Ante ellas me reconozco

Y casi siempre me perdonan el olvido

Me reencuentro y vivimos

Como álamos que cruzan sus ramas

Al final de la batalla.

Una a pesar de sus sueños prohibidos

Canta y rueda melancolías

La otra es casi como el gesto del verbo:

Danza y rememora su adolescencia.

La primera hojea las mañanas

Y me encuentra en el banco del parque

Cuando barre con sus amores

 la esquina de los encuentros

tras sus fantasmas amarrados

que hacen que viva y padezca

mientras construye una partida.

La segunda camina despacio

Y su niño sueña con ella,

Para cada atardecer un canto

De lo que dejo de ser

Ama y perdona sus rencores

A pesar de ser oveja

En los honores de la familia.

Una y otra me buscan

Y conspiramos contra la tragedia

Como una banda de forasteros

llenos de polvos y rosas.

Ellas sin títulos de marquesas,

Yo sin ser soldado erigido como héroe.

Conservamos nuestras batallas

Sin apartarnos jamás

 de nuestras páginas

abiertas como ventanales

por donde miramos

y que otros no ven a través de ellas.

(Korimakao, enero, 1997)