Espacio del taller Literario Municipal, Ciénaga de Zapata
La puerta
Pedro Luís Perera
La puerta se ha cerrado tras el gesto;
el pez ha muerto
y el miedo esta de juerga.
Detrás de la puerta el silencio ese que nadie sabe
en el estrecho espacio de los ojos
donde apenas alcanza
para atrapar un resuello,
y aquí estamos,
sin el derecho al retoño
ni a la brisa matinal.
Detrás de la puerta
han quedado los colores,
la ultima oportunidad
de las cruzadas,
pero...quizás se abra la puerta;
quizás si encontráramos la puerta.
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Por la boca muere el pez - Hay que tener cuidado para no hablar demasiado o mal de los demás.
EVA
Jorge Luís Crespo
Eva nació
de un huevo
cuando el invierno
muere dulce
en la punta de una hoja.
Viajamos juntos
envueltos por un beso
y nos amaneció el día.
Eternamente
descalzos,
desnudos...
tal vez,
inexistentes
como enigma barroco:
-De saber que su casa era el pantano
aun fuera prisionera de la lluvia-
Sueños de amor,
Cazando golondrinas con mis manos.
Eva nació
en un punto distante de mi cuarto
en el bolero
de los grillos,
la brisa,
y no de mis costillas.
Un verdadero amigo es aquel que entra cuando todos los demás se van.
Canto al laúd
Ricardo Medina
De mi sonoro laúd
música quiero sacar
al no poderlo lograr
en mi plena juventud.
Se que me falta virtud
pero lo tomo con calma
guajiro como la palma
voy sus notas recorriendo
y al menos me va sirviendo
como alimento del alma.
Traigo
Fernando Edesio Rodríguez
Oye, te traigo un saludo
de Cienaga de Zapata
donde el Caribe retrata
al bosque como su escudo
traigo en mi pecho desnudo
cariño e inspiración
y traigo en el corazón
un gran abrazo sincero
que te envía el cenaguero
desde el horno de carbón
Te traigo de Playa Larga
el rumor de azules olas
y el ruido de caracolas
que toda el alma me embarga.
Vengo de allá, con mi adarga
al brazo, y mucho tesón
traigo henchida la razón
de mi cenagueras notas
y en la suela de mis botas
las arenas de Girón.
La Laguna de Tesoro
te envía un abrazo fuerte
y un grito de Patria o muerte
envuelto en azul y oro.
Las aves haciendo coro
te mandan lo que será
un himno que llegará
a tus sensibles oídos
húmedos por los fluidos
de la Boca de Guamá.
Helechal, Cayo Ramona
Palpite y Los Hondones
enarbolan sus razones
en esta apartada zona.
El Rincón, no se arrincona
tras La Ceiba y en San Blas
anécdotas hallarás
del combate de Girón
y siguen en brava acción
Guasaza y Santo Tomás.
A los campos
Abel Quintana
Pañoleta de esmeralda
llena de naturaleza,
no se cansa la belleza
de juguetear con tu espalda.
Cuando tu manto se escalda
por la lumbre recibida,
sobre la flora tupida
que simula estar inerte
desaparece la muerte
para dar paso a la vida.
En la estación otoñal
la campiña resplandece
y cada planta parece
un rosario vegetal.
Multiplican el panal
las abejas laboriosas,
en tanto las mariposas
con sus movimientos sabios
besan con sutiles labios
los pétalos de las rosas.
Cuando despunta la aurora
mas allá del lomerío
cada gota de rocío
es una perla incolora.
Nos llega la voz sonora
del melodioso sinsonte
y entre los claros del monte
regalando su tesoro,
parece un núcleo de oro
el sol, en el horizonte.
ESPACIO POST_MORTEM
Gregorio Duque, García, el poeta, fue un legendario improvisador que hace muchos años llegó a Cienaga de Zapata procedente de Bolondrón. Desde su llegada, sus décimas y sus tonadas se hicieron eco en toda la zona de Soplillar y bateyes aledaños. Por lo bien que cantaba Gregorio, no había canturia o guateque al cual no fuera invitado y por su destreza, además porque se hacia mas fácil la rima, comenzaron a tildarle, García, el poeta, aunque otros aseguran que el seudónimo se lo invento el mismo, en justa comparación con el destacado poeta e improvisador pinareño, Celestino García.
La familia de Duque
Este patriarca del verso desafió las amellas del tiempo y murió a la respetable edad de 102 años y la revista Ksimba quiere reflejar una de sus tantas obras, mas allá de la búsqueda de cualquier trascendencia, llevaba en su rima, los símiles del corazón.
Canto al pasado
Por Gregorio Duque
Aquel rústico colchón
hecho de junco y masío
yace en el suelo sombrío
convertido en pudrición,
por la misma dirección
siguiendo derecho el trillo
un hoyo, en aquel soplillo
ya cubierto de maleza
donde cayo de cabeza
el Isleño Tomasillo.
Del rancho queda un horcón
que por ser madera dura
hasta el momento perdura
como una recordación.
Los dos hierros del fogón
"sobre del suelo", alineados
como dos viejos soldados
que custodian un castillo
atentos, mirando el trillo
por donde se fue el pasado.
Es cierto, técnicamente tiene errores, dado quizás por su nivel escolar, apenas sabía poner su nombre, pero sus palabras salían del alma, de la sabiduría de la vida. Así era García, el poeta, la décima le brotaba por la piel, desde la sangre misma.
Alexei Sánchez (cuento)
La pulsera Para Emi, por su pulsera...
Ordenando su ropero, halló su olvidado maletín de viaje. Estaba lleno de sus antiguos casetes. Con manos de nostalgia los revisó, acomodándolos con alegría junto a sus discos.
En la noche, como él no iba a venir y estaría sola, eligió el casete del concierto en vivo de aquel cantautor español que le ayudó a esculpir los sueños de su existencia...
Casi lloró cuando la cinta se trabó en el equipo de música. Sacó el casete, cortó la parte dañada y fijó nuevamente la cinta.
Con el pedazo inservible, se hizo una pulsera que le daba varias vueltas a su muñeca. Continuó, con los ojos húmedos, el viaje musical por el paisaje de sus años...
Al otro día, mientras almorzaban, él, miró su muñeca y le dijo con risa burlona: ¡tu pulsera es una cinta de casete enrollada!
Ella sonrió de forma extraña, mientras le decía: ¡Es única, tiene grabada una canción de Serrat!
Él, sin comprender, la vio levantarse, tomar su bolso y alejarse, perdiéndose entre la multitud del mediodía.
De diosas, sueños y patologías
Para Odalis, desde la distancia eterna.
“La costumbre es la más fiera de las diosas”, me dijo ella, y se fue para siempre de mis sueños...
Desde ese día padezco de insomnio.
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